martes, 9 de marzo de 2010

Tradición versus modernidad en la artesanía de las mujeres Akha



Otro de los proyectos de la asociación Akha con la que colabora Udutama consiste en dotar a las mujeres de los medios necesarios y de la salida comercial adecuada para que puedan continuar elaborando sus maravillosas piezas de tejido según sus técnicas tradicionales y poder vivir de su trabajo sin tener que emigrar a la ciudad. Estuve un día en el pueblo de Tam, donde un grupo de mujeres todavía confecciona sus piezas totalmente a mano. Sin embargo, cuál fue mi sorpresa cuando nada más llegar escuché unas voces que hablaban … en catalán ! Y cuál fue todavía mayor mi sorpresa cuando lo primero que me dijeron el grupo de catalanes que me encontré fue que “estaban enseñando a coser a un grupo de mujeres”.






Lo primero que pensé es que estas mujeres llevan cosiendo cientos de años, y que seguramente empezaron mucho antes de que Catalunya se convirtiera en una de las primeras industrias textiles europeas. ¿Enseñar a coser? Pero enseguida vi que lo que querían decir mis compatriotas era que les estaban enseñando a coser a máquina. En efecto, habían comprado cuatro máquinas de coser y pretendían que un grupo de cuatro mujeres aprendiera a utilizarlas para así aumentar la producción. Resulta que estos catalanes adquieren las piezas realizadas por este grupo de mujeres y se las llevan a España donde las venden en tiendas de artesanía. Vamos, que están haciendo negocio. Me dijeron que ahora les pagan un sueldo a las mujeres y que además retornan parte de los beneficios a la comunidad.

La jodida industrialización y optimización de los medios de producción capitalista te la encuentras en la más remota aldea que te puedas imaginar, camuflada bajo el paraguas de una obra humanitaria. Al día siguiente le comenté a Athu mi conversación y me dijo que el jefe del pueblo estaba preocupado porque el sueldo que pagan a estas mujeres está por debajo del salario mínimo de la provincia. Aun así, si efectivamente revierten beneficios a la comunidad, no van a parar el negocio. En su afán por evitar los conflictos, los Akha son capaces de dejar hacer que un grupito de espabilados se aproveche del trabajo ajeno.




El proyecto de la ONG Akha, en cambio, pretende revalorizar el conocimiento que estas mujeres ya poseen, y dar salida comercial a un producto hecho a mano según tradiciones centenarias. Es posible introducir una innovación tecnológica como la máquina de coser, pero el proceso de cambio ha de estar controlado por las propias mujeres, asumido por ellas y el beneficio incorporado a sus ganancias, no a las del empresario listillo.



Aprovecho mi estancia en este pueblo para comprar directamente varias bolsas al grupo de mujeres independientes que siguen las técnicas más tradicionales. Estas bolsas serán un regalo para los actuales y nuevos socios de Udutama, hasta agotar existencias. Así que ya lo sabéis, no os lo penséis más y realizad vuestra buena obra del año !


1 comentario:

Luchida dijo...

Desde luego... ya no me extraña nada... Qué pantalones de irse a buscar mano de obra barata a los confines del mundo... Y encima pagarles menos del salario mínimo. Uf, qué mala leche me ha dado. Y seguro que ellos tan panchos y vendrán a España diciendo que ayudan así al pueblo Akha. ¡Qué mala hostia! Desde luego, siempre aparecen aprovechados para venir a fastidiar... Qué pena...
Me alegra que haya al menos un grupo de mujeres que se haya negado a "colaborar" y haya seguido trabajando a mano. Al fin y al cabo es como dices, que debería ser decisión de ellas usar o no la máquina de coser y a su ritmo, no por "obligación".
Un abrazo muy fuerte y sigo al tanto de las actualizaciones! :)