jueves, 15 de mayo de 2008

Entre el mito y el laboratorio: aprendiendo a divulgar la ciencia


Durante el curso 2005-2006 realicé una etnografía de un Master de Comunicación científica, centrado en la divulgación biomédica, impartido por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Asistí a las clases, acompañé a los alumnos en sus visitas prácticas y entrevisté a todos los actores implicados: alumnos y profesores, dirección del Master, científicos, periodistas, gestores de ciencia de la administración pública y profesionales de la industria médico-farmacéutica. Por otra parte, analicé las noticias publicadas de divulgación científica sobre el genoma humano en la prensa española. A continuación expongo brevemente el planteamiento del problema y los resultados obtenidos. El estudio completo lo podéis descargar aquí.



Planteamiento del problema
En las últimas décadas se ha producido una imbricación creciente de los desarrollos tecnocientíficos en la economía y la sociedad a través de la producción tecnológica masiva en múltiples sectores, sobre todo en los relacionados con las nuevas TIC, configurando lo que se ha dado en llamar “sociedad de la información y del conocimiento”.
Por otra parte, los medios de comunicación juegan un papel primordial en la percepción pública y creación de opinión sobre cualquier ámbito, ya sea político, económico, social o cultural, influyendo así en la orientación de las políticas públicas. Respecto a la ciencia, uno de los contactos de una gran parte de la población con el conocimiento científico se realiza a través de las noticias sobre ciencia de la prensa generalista, por lo que éstas suponen una importante vía de generación de opinión tecnocientífica en la sociedad.
La divulgación científica es un espacio de mediación privilegiado entre ciencia y sociedad y, por esta razón, un espacio susceptible de ser controlado por los diferentes actores que intervienen en la ciencia, con intereses no siempre coincidentes. En este contexto de una ciencia “problematizada” , ¿qué entramado de interacciones sociales y concepciones culturales interviene en la publicación de una noticia científica? ¿Quién y con qué objetivos participa en la divulgación científica? ¿Cómo y por qué enseñar a divulgar la ciencia? ¿Cómo se comunica la ciencia y se hace “atractiva” a un público no especializado sin comprometer su “seriedad”? Éstas son las preguntas básicas a las que quiere responder este trabajo.

Formulación teórica del objeto de estudio
El marco teórico de este trabajo se inscribe principalmente dentro de lo que se ha dado en llamar estudios de “ciencia, tecnología y sociedad” (en adelante, CTS), cuya orientación teórica es, según Cutcliffe, la explicación y el análisis de la ciencia y de la tecnología como construcción social compleja atendiendo a las influencias sociales que implican una multitud de cuestiones epistemológicas, políticas y éticas. Los estudios CTS consideran la ciencia y la tecnología como procesos sociales, cargados de valores, que se producen en contextos históricos específicos.
Desde la sociología de la ciencia, en los años 70 se empieza a emplear la etnografía para estudiar lo que los científicos hacen en sus laboratorios. Así, Bruno Latour realizó la primera observación etnográfica de la ciencia en un laboratorio biológico de California. En su trabajo concluye que la realidad es el resultado de una construcción colectiva de persuasión. Para Woolgar “no se trata de que la ciencia tenga sus aspectos sociales… sino de que la propia ciencia es constitutivamente social”. El estudio social observa la ciencia como fenómeno cultural, como “un sistema de creencias que se extiende más allá de la organización social formal de la ciencia y que sobrepasa las paredes del laboratorio”. Respecto la imbricación entre medicina, sociedad y cultura, Foucault es uno de los autores que más han estudiado el proceso de medicalización ocurrido en las sociedades modernas. Para él la medicina moderna nace como medicina social durante el siglo XVIII y su objetivo era el control y registro de la población y, en particular, de los trabajadores industriales. Concluye que “el cuerpo es una realidad biopolítica y la medicina, una estrategia biopolítica”.
Las nuevas tecnologías médicas, según Webster, no sólo están extendiendo el repertorio médico y los instrumentos sino que están transformando la práctica médica y nuestra comprensión de la salud, la enfermedad y el cuerpo.

RESULTADOS

La observación del aula: cómo se enseña a divulgar la ciencia

Qué se divulga: concepciones de la ciencia
La ciencia y su “ubicuidad” en la “realidad” cotidiana: “la ciencia es todo, nosotros somos ciencia, está cada día en nuestro hacer”.
La ciencia como metodología científica: hipótesis, datos, experimentación, racionalidad…
La ciencia como lucha: contra el sufrimiento humano, contra la enfermedad, contra la incertidumbre.
La ciencia y el ámbito de lo sagrado: ciencia y milagro (publicidad); sustituto de la religión.
La ciencia como descubrimiento objetivo frente a lo social subjetivo: “siempre hay un hecho detrás”; rigor frente subjetivismo, separada de lo emocional. Excepción: ciencia como consenso social.
Ciencia separada de la tecnología: dicotomías teoría/aplicación práctica, investigación básica/aplicada; investigación/innovación.
La ciencia como progreso: social (bienestar, vivir más años) y del conocimiento (una respuesta lleva a otra pregunta).

Sesión inaugural: ritual de entrada


El director del Master dice que todos los alumnos que han pasado por el Master forman una “secta” o “club” de la comunicación científica. En la mesa de ponentes se encuentran representados los que se considerarán actores de la divulgación científica. En sus intervenciones se puede destacar lo siguiente:

Comunidad científica (Mayor Zaragoza):
La “misión” del científico es aliviar el sufrimiento humano.
Hay que comunicar la ciencia de “forma correcta”: sin exagerar, de manera rigurosa, sin crear expectativas .
Las empresas son necesarias para “poner en práctica” la ciencia.
Las universidades han de ser la “torre de vigía” de las políticas públicas.
Ha de alcanzarse una alianza entre medios de comunicación y científicos por el bienestar de la gente.

Periodismo científico (Vladimir de Semir, director del Master):
El Master se fraguó en un encuentro entre él mismo y el antiguo conseller del DURSI: “tenemos un problema de emisión de la información…, de recepción en el público” .
El apoyo del Gobierno, una universidad y una empresa es necesario: “estas tres patas son fundamentales”.

La industria (presidente de Novartis España, empresa que subvenciona el Master):
Confirma el origen del Master como una propuesta del director.
El objetivo de su participación es “contribuir a la mejor y mayor divulgación social del conocimiento científico”.

La administración pública (conseller del DURSI):
El objetivo de divulgar la ciencia sería “mejorar la percepción pública de la ciencia y la tecnología mediante la transmisión de la cultura científica para beneficiar a la sociedad en su vida diaria” .
Difunde las políticas públicas de su departamento, incluida una partida para la divulgación científica .
En la intervención final, la rectora de la UPF se dirige a los alumnos: “Seguramente no seréis los mismos al empezar y al acabar este Master… Vais a ver las cosas con otros ojos… Lo que aprendáis en él puede ser el inicio de un cierto cambio… que puede tener una mayor influencia en la mayoría de los ciudadanos”.

La formación de los alumnos: rituales de paso
Cuando empieza el Master las expectativas de los alumnos se centran en aprender a divulgar la ciencia para “hacerla llegar a la gente”. El Master supone para muchos un punto de inflexión que les debe permitir reorientar su vida laboral. Los alumnos periodistas esperan aprender conocimientos científicos y los que tienen formación en ciencias naturales, adquirir estrategias de comunicación.
Durante las cuatro sesiones a las que asistí de la asignatura troncal “Análisis de la comunicación discursiva” se analizaron diversos medios de comunicación: libros, prensa, publicidad y discurso oral. Los puntos más destacables de estas sesiones fueron:
Continuos debates entre el “rigor” y la “subjetividad”. La profesora intenta eliminar “prejuicios” sobre la “espectacularidad” o “falta de objetividad” que muchos alumnos con formación científica asociaban a las noticias analizadas en clase.
Se constata que las revistas científicas seleccionan artículos con posible impacto y les dan un formato periodístico dirigido a la prensa generalista (los press release).
Se enseña que la divulgación ha de utilizar “aspectos personales”, transmitir pasión y emociones para motivar: “el caso es pinchar a la gente… darle un aperitivo para que tenga ganas de comer”.
El divulgador ha de acercarse a la gente: “abrazarlo verbalmente a través de una serie de recursos”.
A menudo se separa lo que se considera “conocimiento científico” del contexto social de la noticia.
Respecto a las sesiones de especialización, centradas en la divulgación médica, cabe destacar:
Las sesiones consisten en la presentación de contenidos y la discusión de ejemplos de comunicación médica.
Hay que evitar la alarma social. En el caso del cáncer y la antena de alta tensión en una escuela se refleja la ciencia como autoridad: “… que no sacara nada [la periodista] hasta que nosotros hiciéramos la investigación”.
También se han de evitar las falsas expectativas de curación: el especialista en SIDA critica los titulares de varias noticias que dan esperanzas de curación.
Sin embargo, los alumnos acaban adivinando el interés de la comunidad científica por controlar la comunicación, hasta el punto de que provocan con sus comentarios la siguiente afirmación de uno de los ponentes: “¿Esto pretende buscar fondos? No te quepa la menor duda”.

Visita al Museo de la Ciencia, la “catedral transparente”

El Master organiza una visita al Museo de la Ciencia local y acompaño a los alumnos. Los paneles y exposiciones del Museo intentan transmitir emociones. Algunos ejemplos del lenguaje utilizado son: “estimular la curiosidad”, “juego y observación”, “viaje apasionante por la evolución”, “lucha contra el azar”, “es un misterio para la ciencia”. A los alumnos les parece que el museo está planteado como si fuera un lugar para jugar: “yo, como los niños, qué bonito”; “es un Port Aventura de la ciencia”. Durante la charla con el director, Jorge Wagensberg, éste dice que la función del museo es “motivar, dar estímulos”, y está planteado como un lugar de “emociones a través de la realidad concentrada”. Dice que fue concebido, por analogía con las catedrales, como un espacio para provocar solemnidad (“Dios no cabe en un parking”) y, a diferencia de las catedrales, para permitir la transparencia con el exterior (“Las catedrales no tienen visibilidad de dentro a fuera”).

Sesión de clausura: ritual de salida y… entrada en la “comunidad”
El director del Master sostiene una charla informal con los alumnos. Entre otras cosas dice: “hay un antes y un después… Sino, sería un fracaso”; “esto no es un adiós… es una comunidad que se va creando, ampliando”. Sobre su labor dice que es “… un poco predicando por ahí cosas… Un poco estoy haciendo… proselitismo”.

Conclusiones
1. Los actores sociales que participan en la divulgación científica son: la comunidad científica, los gestores de las políticas públicas, las corporaciones privadas de la industria, los periodistas y editores. El público es un mero receptor.
2. Cada uno de los actores sociales de la divulgación científica pretende ejercer el control sobre ella para conseguir sus propios objetivos. El objetivo de los científicos es conseguir prestigio y financiación para sus proyectos; el de la industria, acercar la empresa a la sociedad para aumentar sus beneficios; el de los políticos, incentivar la “economía del conocimiento” y conservar una buena imagen pública; el de los periodistas y editores, “vender” la noticia y sus periódicos.
3. Estos objetivos a veces son irreconciliables y producen conflictos entre los actores sociales que tienen su reflejo en la divulgación. En particular destacan dos tipos de conflictos:
La “problematización” de la ciencia: un conflicto derivado de la cada vez más íntima relación entre ciencia, economía y política, reflejada en la idea que aboga por la “entrada del conocimiento en el mercado”.
Un conflicto entre periodistas y científicos, derivado de la diferente consideración, por parte de estos actores, de lo que es noticiable y de las estrategias de comunicación empleadas para conseguir sus propios objetivos.
4. La cooperación entre los diferentes actores es, sin embargo, necesaria para “mejorar la percepción pública de la ciencia” porque la pérdida de autoridad de la ciencia no beneficia a ninguno de ellos.
5. La ciencia está asociada al progreso social y del conocimiento para la práctica totalidad de los actores. Es objetiva e intenta explicar la “realidad” de manera fiel, sin interferencias sociales o culturales. Es una ciencia del “descubrimiento”.
6. La divulgación científica sigue para los actores el modelo del “déficit cognitivo”, un modelo que concibe esta actividad como una “transmisión” de conocimiento entre el que sabe y el que no sabe con el objetivo de “educar” a la sociedad.
7. La concepción que concibe a la ciencia como ubicua en la “realidad” motiva el que una de las labores de la divulgación científica sea la de promocionar la “cultura científica” entre la población, un concepto ambivalente que se mueve entre la reivindicación de la ciencia como manifestación cultural cotidiana y de la autoridad científica como principal criterio para dirimir controversias en el debate social.
8. Las concepciones de la ciencia como “metodología” –la ciencia como “hipótesis”- y como “conocimiento teórico” separado de la tecnología chocan con las prácticas de la vanguardia científica de la biología molecular, donde la tecnología es inseparable de la ciencia y además orienta la investigación en detrimento de unas hipótesis previas.
9. La retórica de la divulgación científica es muy diferente a la retórica del “lenguaje objetivo” de la ciencia: utiliza la personificación, la subjetivación, el relato, el juego, el espectáculo, el viaje, los mitos y todo tipo de recursos lingüísticos –comparaciones, metáforas, reformulaciones, hipérboles- con el ánimo de provocar emociones –temores, deseos, entusiasmo, esperanza, asombro, solemnidad- en el público.
10. Más que una transmisión o traducción neutra de un conocimiento, la divulgación científica es una recreación de este conocimiento y de la “realidad” que supuestamente se intenta desvelar.
11. La retórica propia de la divulgación científica se genera muchas veces en la propia comunidad científica.
12. El Master es una estrategia de control sobre el discurso público de la ciencia a través de la formación de los futuros comunicadores. Esta estrategia tiene como finalidad aumentar y mejorar la percepción pública de la ciencia para que ésta conserve su autoridad sobre el mayor número posible de personas.
13. En el Master se intenta enseñar una “ética de la comunicación científica” como manera de superar el conflicto entre los diferentes actores sociales de la divulgación científica y preservar así la autoridad de la ciencia. Evitar la “alarma social” y las falsas expectativas de curación de enfermedades forman parte de esta “ética”.
14. Sin embargo, la “problematización” de la ciencia se refleja tanto en las sesiones del Master como en su contexto social inmediato.