domingo, 16 de mayo de 2010

La democracia no se vende




El Ayuntamiento de Barcelona decidió en su día que había que reformar la Diagonal, una vía que atraviesa la ciudad desde Pedralbes hasta el Forum, y para ello organizó una parodia de proceso participativo ciudadano que teóricamente debía decidir entre dos modelos, el bulevar o la rambla, que satisfacían por igual las pretensiones del consistorio. Se dice que durante el proceso participaron diversas entidades civiles y ciudadanos a título personal de cuyas propuestas salieron las dos finales. Sin embargo, a tenor de los resultados, que han tumbado toda posibilidad de hacer una gran reforma, es obvio que no representaban a nadie. Tan solo ha votado un 12 % del electorado, otro objetivo de participación fallido, pero ha sido suficiente para mostrar el rechazo a las propuestas con un contundente 80 % en contra de cualquiera de las dos opciones. El proceso participativo ha sido una parodia por varias razones.


Para empezar, porque la decisión de reformar la vía ya estaba tomada antes de empezar. En segundo lugar, porque se desconocía la metodología de construcción de las propuestas a partir de un conjunto tan heterogéneo de participantes. Nada se dijo tampoco de dónde iba a salir el dinero para la reforma, unos 80 millones de euros. Ni tampoco qué alternativas había para utilizar estos recursos, qué se iba a dejar de hacer. Se ocultó también información básica, como que el máximo beneficiario iba a ser una empresa privada, la que gestiona el tranvía, que con la reforma, fuera la opción A o la B, iba a multiplicar el número de viajeros en detrimento de la empresa pública de transporte. Para acabar de mancillar el proceso, la propaganda municipal sobre la consulta ignoraba una de las opciones, la C, la de dejar todo como está o, en el mejor de los casos, la tachaba de contraria a los intereses de una ciudad del siglo XXI. La supuesta imparcialidad brillaba por su ausencia.

Afortunadamente los barceloneses tenemos memoria y recordamos, por ejemplo, otras ocasiones en las que el Ayuntamiento nos ha preguntado algo. Como cuando debía decidirse también entre tres propuestas para construir un monumento a Macià en la Plaza Catalunya. Ganó la opción que menos gustaba al consistorio y, simplemente, no se llevó a cabo. Unos años más tarde se erigió una escultura, la escalera invertida, que no era ninguna de las tres propuestas planteadas. En otra ocasión también se nos preguntó por algo tan importante como el nombre que queríamos darle al hijo de Copito de Nieve, el emblemático mono albino del Zoo de Barcelona. Sin embargo en ningún momento se nos ha preguntado a los barceloneses si queríamos un Forum de las Culturas con varios rascacielos adosados, un hotel Vela que vuelve a tapar la línea del horizonte marino, los sucesivos procesos de gentrificación de los barrios antiguos o, en definitiva, un modelo de ciudad que quiere convertir nuestra estimada urbe en “la mejor tienda del mundo”. ¿A alguien le gusta vivir en una tienda?

Lo que más duele del resultado es que se verá como un fracaso que aumentará todavía más la desconfianza de los gobernantes hacia los ciudadanos. La próxima consulta no se volverá a hacer si no se tienen suficientes garantías de que saldrá la opción preferida. Alguien dijo que un gobernante sólo debe convocar un referéndum cuando está seguro de ganarlo. Pero entonces, ¿para qué preguntar?

No hay nada más contrario a la democracia que intentar utilizarla para justificar intereses particulares. Las operaciones de maquillaje popular se acaban oliendo. El único consuelo que nos queda es la confirmación del buen olfato de nuestros conciudadanos.

4 comentarios:

Luchida dijo...

Pues ... qué asco... Aquí van a invertir no sé cuántos millones de euros en reformar la Plaza Mayor (cosa que han hecho ya dos o tres veces en últimos diez años) y nadie está de acuerdo... Pero oye, que ya están todos los proyectos aprobados y los ciudadanos nos aguantamos, ¡como siempre!

Por cierto... he pensado presentarme a las oposiciones de maestra el año que viene en Cataluña pues en principio deben salir muchas plazas... Pero creo (bueno estoy segura) que necesito el título de catalán... ¿Sabes si hay alguna forma de que me lo pueda sacar a distancia y que sea homologado? todo sea por aprobar las oposiciones en algún lado...

Nos leemos!!

Xavi dijo...

Estaría muy bien que te vinieras por aquí a vivir, así conocería a mi lectora más fiel.
Creo que en efecto necesitas el nivel C de catalán. Sobre cursos a distancia lo he estado mirando y no he encontrado, pero hay una institución que intenta promocionar el catalán en el mundo y debería informarte de las posibilidades. Es el Institut Ramon Llull (www.llull.cat), la web también está en castellano. Y puedes preguntarles en info@llull.cat .

Un saludo y ánimos !

Luchida dijo...

¡Muchas gracias! Lo miraré a ver :) Espero que alguna solución haya a distancia... o bueno, si he de ir a hacer examen o algo mira... pero poder hacerlo online estaría bien jejeje.

Luchida dijo...

Gracias!! Yo también les escribí y me dijeron que me lo podía preparar por libre y me dieros los diferentes lugares donde se pueden hacer los exámenes oficiales. Así que este verano me pondré manos a la obra con ello :)