martes, 19 de enero de 2010

Un nuevo viaje al sudeste asiático



El próximo 27 de enero y hasta mediados de marzo vuelvo a embarcarme en un largo viaje que me llevará de nuevo a compartir unos días con mis amigos Akha del norte de Tailandia.



Ha pasado prácticamente un año desde mi anterior viaje a la zona y durante este tiempo ha florecido un proyecto ilusionante, la asociación Udutama para el apoyo de minorías étnicas o culturales. La huella que me dejó la experiencia de mi voluntariado con los Akha del año pasado fue tan profunda que me ha llevado, con la ayuda de otros voluntarios y voluntarias, a intentar seguir colaborando con esta fascinante cultura a través de esta asociación. Creo que vale la pena dar a conocer culturas como ésta, aisladas del mundo durante cientos de años, que han sabido encontrar un equilibrio sostenible entre la naturaleza, el mundo emocional-espiritual de nuestra psique y la actividad social. El centro de este equilibrio, que le da su estabilidad, es la concepción del todo como una unidad inseparable en la que estos tres planos de la realidad están íntimamente conectados. La intervención humana en uno de ellos tiene consecuencias sobre los otros. En Occidente sólo en los últimos años se ha empezado a tener conciencia global de esta íntima unidad, de que nuestro modelo económico daña el medio ambiente, de que el daño del medio ambiente repercute en nuestra salud, de que el origen de muchas enfermedades es psicológico, de que nuestra psicología está influenciada por lo social y lo social por la psique del momento histórico.

En Udutama nos gustaría contribuir modestamente a rescatar del olvido estas pequeñas culturas, por otra parte gravemente amenazadas por la vorágine y voluntad de poder de las culturas hegemónicas con las que conviven.

Voy con una lista de tareas, entre ellas, documentar los proyectos con los que colaboramos, acordar los detalles de nuestro programa de voluntariado, explorar la posibilidad de importar café de comercio justo, hacer entrega de los todavía modestos fondos recaudados en nuestra organización y comprar algo de artesanía local para incentivar a nuevos socios y socias. También me propongo viajar a Laos, donde los poblados Akha se encuentran mucho más aislados y sus formas de vida conservan mejor las tradiciones ancestrales. No prometo muchos artículos durante este tiempo, la comunicación en estos lugares no siempre es fácil, pero si no puedo escribir durante el viaje, sin duda lo haré después. Escritura, viaje y ahora por fin solidaridad, éstas son mis nuevas compañeras.

Aprovecho para informaros de que una versión de un artículo de este blog sobre el amor tailandés se ha publicado en el número 63, de enero del 2010, de la revista de viajes Altaïr.

Un saludo a todas y todos y ¡¡¡ hasta pronto !!!


4 comentarios:

Luchida dijo...

¡Pues que tengas un muy buen viaje! Estaré al loro por si publicas algo porque fijo que es super interesante :) Y si no, a tu vuelta aquí estaré.
Un abrazo y hasta pronto.

Xavi dijo...

Muchas gracias, Luchida, mi lectora más fiel.
Espero que a ti te vaya también todo muy bien por tierras extremeñas.

Seguiremos en contacto !

Luchida dijo...

Navengando por las últimas noticias he encontrado algo que me ha hecho pensar en una de tus últimas entradas...
Te dejo el link por si le quieres echar un vistazo!
http://www.elmundo.es/america/2010/01/22/noticias/1264138528.html
Un saludo!

Xavi dijo...

Muy oportuno tu comentario. En efecto, el mundo de las ONGs y de la ayuda humanitaria está lleno de hijos de papá, de damas de la alta sociedad que no saben en qué ocupar su tiempo, de buenas intenciones que resultan perjudiciales, de personas con una psicología conflictiva, de mucha vanidad, ... Por eso yo sólo creo en las ONGs que se planteen la solidaridad como un intercambio donde vamos a aportar algo pero también vamos a recibir algo, en la ayuda entendida como ayuda mútua, no paternalista. Todo lo demás no deja de ser una nueva colonización disfrazada de humanitarismo. Un beso y muchos ánimos !!!