martes, 1 de febrero de 2011

El cultivo del café Akha Ama



Los de la foto no son dos novios vestidos con los trajes típicos Akha para la ocasión. Son Lee y su hermana, disfrazados por exigencias del guión de un documental para una televisión local. Lee es el impulsor del proyecto del café Akha Ama. Se trata de promocionar y mejorar la calidad del café que se cultiva en su pueblo para encontrar mercados que paguen un precio justo por él. Los beneficios obtenidos irían directamente a la comunidad para reinvertirlos en mejoras sociales para todo el pueblo. Durante tres días un grupo heterogéneo de 15 personas hemos acompañado a Lee y nos hemos instruido sobre todo el proceso de producción del café Akha Ama.





El pueblo de Lee, Mae Jantai, está a 1400 metros de altura. Se accede a él desde la carretera que une Chiang Mai con Chiang Rai, tras recorrer los 33 km de una pista de tierra empinada y llena de baches.



Lee nos muestra el vivero con las pequeñas plantas de café. Hasta que no pasen tres años no podrán ser transplantadas en su emplazamiento definitivo.







El café se ha de recolectar fruto por fruto, sólo los maduros de color rojo intenso y tratando de no romper el extremo que los une a la planta. Es un trabajo duro teniendo en cuenta que un kilo de frutos al final del proceso pueden representar tan solo unos 150 gr. de café torrado.



Todo el grupo colaboró durante un día entero en la recolección.



En la plantación también existe una variedad de café de color amarillo.



Tras la recogida, los granos se separan del fruto con ayuda de una máquina. La fruta servirá para crear fertilizante orgánico. Lee quiere crear café orgánico en el futuro. Para ello necesita automatizar un poco el proceso mediante unas máquinas que facilitan el trabajo. Udutama va a intentar ayudarle en este proyecto.



Los granos se mantienen en barriles con agua dos o tres días. Después se lavan con agua limpia frotándolos bien para eliminar totalmente la capa que lo unía al fruto.



El café así obtenido se llama café pergamino. Se ha de secar al sol entre quince días o un mes. Durante este tiempo hay quien aprovecha para realizar otras tareas.

Tras el secado al café todavía se le ha de quitar, mediante otras máquinas que no posee el pueblo, una cáscara fina para obtener el grano verde. El grano verde ya se puede vender en el mercado para ser tostado en destino. Otra opción es subcontratar el tostado en origen y vender el café final tostado y empaquetado.



Nos despedimos de Lee y de su madre, "Ama" en Akha, quien da nombre al café Akha Ama.

1 comentario:

Luchida dijo...

No tenía ni idea del proceso de recolección del café. Con lo fácil que resulta comprar el botecito en el super sin preguntarse cómo ha llegado ahí... Una vez más, me ha encantado el post :)